La Cirugía Dermatológica dedica un gran esfuerzo en la reconstrucción de la piel cuando se ha extirpado un tumor, con objeto de disimular al máximo las cicatrices inherentes a cualquier operación, con resultados estéticos que eviten en lo posible su visibilidad.
El dermatólogo es el médico especialista, cuyo conocimiento permite discernir entre lesiones de la piel benignas y malignas en toda la superficie corporal, de modo que utilizando la práctica quirúrgica adecuada se obtenga el resultado óptimo para el paciente.
La experiencia y el conocimiento son los factores que influyen en la mejor práctica quirúrgica para la extirpación y posterior reconstrucción de la piel.
Cuando el tratamiento con medicación no es suficiente, o cuando el diagnóstico requiere intervención quirúrgica para la eliminación o para la reparación de lesiones en la piel, es fundamental utilizar la técnica de cirugía adecuada en cada caso.
