ACNÉ
El acné es una enfermedad cutánea crónica del folículo pilosebáceo, de etiología multifactorial y carácter autolimitado, que afecta a las zonas con mayor densidad de glándulas sebáceas como la cara, el pecho y la parte superior de la espalda.
Aunque, en ocasiones, se presenta en el período neonatal y en la infancia, es en la etapa de la pubertad y adolescencia cuando alcanza su mayor prevalencia. Es una de las enfermedades cutáneas más frecuentes, que puede llegar a afectar hasta el 80% de la población. Se han implicado en su etiopatogenia determinados factores ambientales, hormonales, cosméticos y emocionales.
La elevada incidencia del acné en la población, ha ocasionado que se considere incomprensiblemente, como un proceso normal propio de una determinada época de la vida, más que un verdadero proceso patológico de la piel.
El problema surge cuando determinados tipos de acné producen secuelas cicatriciales y, por tanto secuelas psicológicas, justificándose así un diagnóstico preciso y un tratamiento individualizado para cada paciente.
Tratamiento del acné
Es preciso explicar al paciente la naturaleza de su enfermedad. Informarle que se trata de una enfermedad crónica pero autoresolutiva.
Hay que establecer una buena relación médico-paciente para lograr la confianza y el cumplimiento del tratamiento durante períodos largos, así como la aceptación de los posibles brotes.
Es muy importante una buena limpieza cutánea. El uso de algunos cosméticos y cremas hidratantes pueden agravar las lesiones.
Tratamiento tópico
Indicado en el acné superficial: cremas y geles de peróxido de benzoilo, ácido retinóico, adapaleno, antibióticos…