El sol es imprescindible para la vida y tiene efectos beneficiosos sobre el organismo, pero también puede dañar nuestra salud cuando nos quemamos la piel, produciendo envejecimiento prematuro e incluso, desarrollo de cáncer.
Por ello debemos ser prudentes para evitar riesgos innecesarios por la exposición solar.
Precauciones para tomar el sol
Hora del día:
Evitar la exposición solar entre las 12-16 h.
Altitud:
Cada 300 metros de altura, aumenta un 4% el riesgo de quemadura solar por lo que hay que protegerse más.
Nubosidad:
Solo un 10% de la radiación ultravioleta (UV) es retenida por las nubes, por tanto en un día nublado sigue existiendo riesgo de quemaduras solares.
La luz reflejada:
La radiación solar que llega a la piel es la suma de la directa y la que refleja nuestro entorno. El césped refleja un 5%, el agua un 10%, la arena un 25% y la nieve un 80%. No hay que olvidar que las gotitas de agua sobre la piel actúan como una lupa.
Aplicación de un protector solar:
Debe aplicarse de modo generoso y uniforme, media hora antes de la exposición solar, sobre la piel bien seca.
Debe evitarse el uso de colonias y desodorantes, que pueden dar lugar a manchas oscuras en la piel.
Debemos utilizar gafas adecuadas que protejan los ojos de la luz UV.
Especial cuidado en:
- Embarazadas: El sol puede producir manchas oscuras en la cara.
- Niños: Más sensibles a la radiación solar. Usar filtros con elevados FPS.
- Personas de pieles blancas: Se queman más fácilmente.
- Medicación: Consulte a su médico si toma fármacos fotosensibilizantes.
Y después del sol, ¿qué?
Dúchate y aplica una emulsión hidratante y reparadora de los efectos del sol sobre la piel.